Carlos Bermejo, pintor y crítico de arte, más conocido por ser el secretario para todo de la Asociación de Artistas Alicantinos, hace unos años se comprometió como un reto personal y con todo afán, junto al presidente y vocales, a emprender una nueva andadura, que les han llevado a estar a la cabeza de la pintura alicantina con respaldo y éxito institucional. Un reto en levantarla cuando se hallaba casi moribunda en calle García Morato, 32, porque estaba haciendo aguas, y muchos pintores nos marchamos al exilo voluntario.El éxito siempre conlleva celos, envidias, críticas y malos entendidos, porque la realidad de la vida es que como dice el refrán "nadie da patadas a una bolsa de basuras", y si no es un refrán castellano bien servido lo bautizo. Porque cuando no eres nadie, nadie te mira ni te respeta, ni te tiene en cuenta, solamente son alzados al candelero de la gloria quienes hacen cosas, arriesgan, aportan ideas, remueven y organizan, como Carlos.
Esta vocación legionaria y marinera, también casi franciscana, hacia los demás, de ayudar, de hacer presentaciones, críticas, editar libros "Mirar un cuadro", de organizar eventos, de ayudar a los pintores que no somos nada a darnos una tarde de gloria, de sueños de fama, le acarrean críticas adversa, maquiavélicas y retorcidas por todas partes, porque amigo Carlos la condición humana como dijo el Quijote a Sancho es que "de los desagradecidos está lleno el infierno".
Y ser Quijote en todo tiempo, tiene estos, no problemas sino malos vientos y a veces vendavales y palos que no sabe uno por donde les llegan. Tú sabes que, nacer es ya de por sí una zancadilla, y vivir una puñalada trapera, pero también tiene muchas compensaciones, sabiendo de antemano, y dando por hecho, que las espigas que sobresales del resto las rompen los vientos, porque la sociedad está creada en la idea de la uniformidad y en el pensamiento único de la mas borreguil, por ello, en la milicia nos enseñan el refrán "voluntario ni a comer".
Nadie somos perfectos y tú tendrás tu fallos como seres humanos que somos hechos de barro divino, no cocido, como si no hubiera otro material en la Tierra con qué modelarnos en seres vivos que aún no humanos como dice esa ministra que se ha "ido de la cabeza".
Sin embargo, en este contexto de la Asociación y del Arte, yo te insto a que sigas con tus crónicas, con tus resonancias magnéticas o retratos de socios-artistas, con tu frescura, y esa pincelada de humor que sabes poner a lo que escribes, sin echar cuentas a los díscolos y soberbios. Porque sí tu no lo haces quien lo va hacer. Gracias por tu entrega, capicidad y buen hacer en bien del grupo.
Tu amigo, Palmeral.
