ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

domingo, 6 de febrero de 2011

Exposición taurina de Ana AYEN en Panoramis



Fotos Franchi

Óleo de Ana Ayen en Panoramis.
Tirso Marín. La Verdad

Ahora que se está poniendo en solfa lo taurino y lo que a taurino huele, ahora precisamente ahora, se mete de lleno en la fiesta la artista Ana Ayén como ella sólo sabe hacerlo: por todo lo alto, con sus paletas y pinceles, con sus óleos deslumbrantes.
Un total de 29 cuadros forman la muestra que Ana presentó el pasado viernes noche en la sala de exposiciones del centro comercial y lúdico Panoramis, situado en el Muelle de Poniente del Puerto de Alicante.
La artista no se ha pasado definitivamente al maravilloso mundo de los toros, pero está decidida a continuar las incursiones que hace poco comenzó, con enorme éxito por cierto. Y en este caso compagina toro con caballo, un elemento que se le da muy bien a la pintora, y que guarda enorme relación con el toro. Recoge en sus óleos diferentes momentos de la lidia, principalmente con la muleta, pero también con el capote -larga cambiada de hinojos de Pepín Liria, algunas filigranas capoteras de El Juli- sin olvidar el primer tercio, donde verdaderamente están en liza toro y caballo con un aguerrido varilarguero formando un grupo escultórico efímero. Los pasajes de la lidia, al contrario de lo que opinaba Corrochano cuando hablaba de nuestro paisano Ruano Llopis, tienen cara. O al menos se la ha puesto Ayén a sus toreros en acción, que se parecen mucho a El Juli, Cayetano, Miguel Ángel Perera, Pepín Liria, Morante de la Puebla, Sebastián Castella o, naturalmente, a nuestros alicantinísimos Luis Francisco Esplá y José Mari Manzanares. Álvaro Domecq es otro testimonio de la tentación que mueve a Ana Ayén a juntar caballo y toro -en este caso con hombre- en el excelso arte del toreo ecuestre.
Detalles del traje de torear, como las hombreras, los alamares, los machos, las morillas de la montera, el capotillo de lujo ceñido al cuerpo, el torero concentrado en sus rezos. ¡Y Curro Romero! Ahí esta apoyado en la barrera. Soñando con una mujer que lo hace sonreír y que no es ni Conchita ni Carmen&hellip
El toro bravo y el caballo garboso en el campo y en la plaza. Toda la majeza y majestad del ejemplar de casta, es motivo también de esta singular y particular tauromaquia que brota de los pinceles de esta pintora catalana que se siente y se nota tan alicantina como la que más.
Todo arte, y con razón, se le ha puesto por nombre y lema a esta exposición que se ha revestido de todo el glamour y la parafernalia a que Ana nos tiene acostumbrados. Y si esta vez no hubo rasgueo de sonantas, jipíos de cante jondo ni chasquido de palillos, hubo baile por sevillanas a cargo de una pareja de miembros de la Casa de Andalucía.
Dos matadores de toros fueron los padrinos del acto: Víctor Janeiro y Alejandro Esplá, que recibieron de manos de la propia Ana Ayén y del concejal y teniente de alcalde Andrés Llorens, que representaba a Sonia Castedo -alcaldesa no menos castiza- sendos cuadros al óleo de la artista. Así como estatuillas de los escultores Villar y Palau.
Hubo parlamentos, también, de la artista y del teniente de alcalde. Cuando lo hizo Ana, recalcó que es catalana, pero ama la fiesta de toros: «¡Qué voy a hacer!», reivindicó quejumbrosa de la prohibición de la fiesta en su tierra.
Adecuado a la circunstancia, un maestro de ceremonias, Antonio Cano, que, por añadidura vestía la típica, castiza y españolísima pañosa que yo no dudaría en afirmar que fuera auténtica de casa Seseña.
Un lujo, che. La muestra durará hasta final de mes.