ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

sábado, 19 de marzo de 2011

Pintando a toda vela




Una mañana en marzo partido por la mitad de 12 más 1, en que el viento había dejado de luchar para entregarse a contemplar los colores, la Asociación de Artistas Alicantinos levantó sus campamento de batalla en el puerto deportivo de Alicante. Los yates se reflejaban en la superficie metálica del mar como en un cuadro de Monet, como molinos en el sueño de un río quieto como una sopa de mariscos. A los yates, al vernos llegar, se les pusieron duras las hélices y tiesos los timones que se sumergido en el azul para no vernos batallar. Los mástiles con su gallardetes se balanceaban en un mudo cabeceo y brujolearon las agudas proas alineadas en defensa anunciando resistencia.

En una mesa estaba Carlos Bermejo bajo su sombrerete azul marino de ala alzada, con cara de marino con perilla, porque la noche anterior la pasó sin dormir, pegado a la radio oyendo los partes metereológicos, por si llovía, ahora está con la libreta de aduanero anotando a los pintores presente y tachando a los ausentes.

En fila, junto al borde escalonado del muelle más de setenta pintores han colocado cuadros para mostrar su arte al público de los pasos perdidos. Esta muestra era como una exposición andante. Han colocado el palomar de sus caballetes y han sacado las espadas de sus pinceles, ya están dale que dale a los lienzos bajo el cielo glorioso de una mañana del doce más uno de marzo en el puerto de Alicante. Un río de gente paseaba sin rumbo fijo por el muelle, delante de mar, cercado por un muro que es muelle con norayes donde los látigos de los cabos de los yates se abrazan firmemente para no volar.

Una pareja de la Policía Local pusieron firmes a un par de pintores que olían a aguarrás y a óleos, cuando vieron que eran inofensivos les dejaron fuera del alcance de sus miradas fuertes y diestras.

Por la lejanía venía andando la alcaldesa Sonia Castedo con sus pantalones acompañada por Miguel Campoy, presidente del Puerto, y empujada por el sentido artístico de sus ojos azules se acercó a las mesas donde los niños eran adiestrados por profesoras avezadas, habló con ellos y por un instante sintió la bohemia y tomó los pinceles de Juan Antonio Poblador, y le dio suficientes colores a un barco de acuarela como para que éste saliera navegando a toda vela, título de esta llamemosle concentración de pintores sin motos.

Continuó la mañana con su aleteo de brisa marina deliciosa. El sol calentaba las balaustradas y barandillas de hierro y las ponía como ascuas. El público fue llegando como un gentío en busca de una entrada para los toros, no dejaban de mirar las manos generosas de los pintores, que brochazo a brochazo y con la gula del amarillo, la ira del rojo y la envidia de los azules cobaltos. Cansados de tanto color, los curioso peatones se sentáron en la terraza de los bares. Los pintores fueron terminando sus obras de arte y al filo de las 14 horas cerraron los palomares de sus colores.
Y cuando los dueños de los colores se fueron, los muelles del puerto gemían de llanto. Si el puerto tuviera alas, además de que se llamaría Alapuerto, se hubiera venido detrás volando como gaviotas bobas.

¡Oh fuerza deslumbradora de la tierra levantina!, escribió Gabriel Miró para describir el puerto de Alicante en 1909, en el “Libro de Sigüenza”. Hoy un siglo después, el puerto ha sufrido en su arquitectura múltiples modificaciones de acuerdo a las necesidades de comercio y de la economía de nuestras provincia y ciudad. En él podemos distinguir varios muelles, como los dedicados a la navegación de cabotaje, o a la carga y descarga internacional de buques contenedores o cruceros, la zona Volvo, o como el deportivo. Como es el caso en que la Asociación de Artistas Alicantinos, despliega sus pinceles y a sus artistas en la zona del puerto deportivo que además emplaza restaurantes, casino y lugares de ocio.

Asociación que algún día será declarada por el Ayuntamiento de Alicante como de Interés Cultural, por sus muchas actividades que realiza, continuará pintando el aire en este lugar donde la brisa se deja acariciar.

Por Palmeral